Todos sabemos cómo comer sano, ¿no? Supuestamente si eres mujer debes comer de 1800 a 2.000 calorías, y si eres hombre de 2.000 a 2.500 calorías. Debemos de comer bastante fibra, vitaminas y minerales, y asegurarnos de comer 5 porciones de frutas o vegetales al día como mínimo.

Debemos de limitar la ingesta de proteínas a carnes magras y sanas y otras fuentes de proteína como nueces, algunas verduras y carne blanca. Las azúcares procesadas y grasas saturadas deben mantenerse al mínimo, y el consumo de bebidas alcohólicas no debe superar las 14 unidades por semana como máximo, o sea un vaso de cerveza grande o dos vasos pequeños de vino al día. Y no deberías freír... bueno, nada de nada.

Todo esto, es más fácil decirlo que hacerlo. No es solo que muchos de nosotros no tenemos el tiempo para hacerlo, o que quizás vivimos en un desierto alimenticio, sino que además los ingredientes que se usan en una dieta saludable suelen ser más perecederos y se requiere mucha más experiencia para cocinarlos y que sepan deliciosos. Esta es la razón por la que, aunque tengamos las mejores intenciones, la mayoría de nosotros nos quedamos cortos en algunos hábitos alimenticios, y sabemos que haciendo esto podemos estar quitándonos años de vida, pero la verdad es que no siempre no preocupamos de esto.

Aún así, tal vez es hora de hacer un balance y ver cuántos años (y lo que es más importante, cuántos años saludables) estamos realmente arriesgando.