¿Puedes nombrar todos estos juguetes infantiles de los 60?

Por: Rebeca Brito

Imagen: Wiki Commons by Luis Alvaz

Acerca de este quiz

Si tienes una plática con tus hijos o tus nietos, seguramente te preguntarán con qué te divertías cuando eras niño. Aunque parezca que los años 60 fueron la prehistoria del juguete, no es así. Los niños que jugaban en esa década tenían mucha imaginación, más que los de las generaciones posteriores probablemente, ya que podían divertirse por horas con juguetes de lo más sencillo, incluso con algunos "fabricados en casa", como el resorte y la cuna de gato.

¿Recuerdas haber jugado a las canicas? Si te vino a la mente la frase "Chiras Pelas", seguramente sí. ¿Y qué tal las matatenas? Podías pasar horas y horas perfeccionando tu técnica para agarrar la pelota al vuelo, mientras capturabas las matatenas de una en una, de dos en dos, y así, hasta llegar a recoger las 10 de un solo jalón. ¿Y quién no jugó al avión?, solo necesitabas un pedazo de banqueta, un gis y una bola de papel de baño húmeda.

Hoy en día, los juguetes son mucho más complicados, individualistas, pasivos, y en su mayoría, mucho más costosos. Aunque en la época de los 60 no había juegos de video, computadoras, patines del diablo motorizados, apps, tablets y demás, los chicos de dicha década, sí que se sabían divertirse. Cabe señalar que algunos de esos juegos y juguetes, aún están vigentes.

Y tú, ¿hacías horripicosas o te gustaba más hacer floripicosas? Vamos, entra en este viaje en el tiempo y recuerda cómo te divertías con estos juguetes.

¿Cómo se llaman estas esferitas de vidrio, transparentes o de colores y en diferentes tamaños, con las que jugabas "El hoyito"?

El juego de las canicas tenía muchas variaciones, reglas y vocabulario. Uno de los juegos más populares era "El hoyito", donde se hacía un hoyo pequeño a 3 metros de la línea de salida. El objetivo era ser el primero en llegar al "hoyito" y hacer un "entrus" (meter la canica), para lograr un "las traigo" y poder "matar" a cualquiera con solo pegarle a su canica y dejarlo "pelas" quedándote con ella.

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Un juguete por demás ruidoso y del que tus padres se arrepentían de habértelo dado en cuanto comenzabas a jugarlo. ¿Sabes de qué hablamos?

La matraca es un artefacto de madera con una lengüeta que suena contra una cilindro, también de madera, que tiene forma de engranaje. Al darle vuelta a este mecanismo con un palito y hacer girar toda la matraca, la lengüeta resuena contra los engranajes haciendo un ruido ensordecedor. Ahora ya sabes de dónde viene el dicho "risa de matraca".

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¿Recuerdas qué era ese barrilito que tenías que meter en un palito dándole una vuelta y que te sacó mil moretones?

El balero es un juguete hecho de madera, que consta de un barril macizo con un orificio unido con un pedazo de cordel, a un palito con un mango. El objetivo es hacer girar el barril para ensartarlo en el palito. Más de uno se llevó miles de golpes en la mano haciéndose sendos moretones y hasta ojos morados, para los mirones que se acercaban demasiado. El juego es difícil, pero no imposible y aún puedes encontrarlo en algunos mercados y pueblitos.

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Este juguete fue sumamente popular, y consistía de un par de discos unidos por el centro, donde se le amarraba una cuerda y subía y bajaba de tu mano. ¿Qué es?

Había dos tipos de yoyo, el de mariposa y el redondo. Los Duncan eran los mejores yoyos, y cada verano había exhibiciones por expertos en este juguete, donde te enseñaban toda clase de trucos como: “el columpio” o el famoso “perrito". La técnica perfecta solo se adquiría después de horas y horas de práctica, y más de un par de cuerdas rotas que hacían que el yoyo saliera disparado.

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Este juego de lo más sencillo consistía de un elástico de unos 4 metros y tenía que ser jugado al menos por 3 personas. ¿Sabes de qué estamos hablando?

¿Qué niña no jugó resorte en el recreo de la escuela? El juego consistía en atar el elástico y colocarlo alrededor de los tobillos de dos personas paradas una frente a la otra. Algunos se apoyaban de un poste si faltaba gente. La saltadora brincaba diferentes posiciones pisando el resorte, y al terminar, el resorte subía unos centímetros más hasta finalmente llegar a la cintura de los posters. Cualquier error hacía que la brincadora perdiera su turno.

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Diez estrellitas de metal o plástico, una pelotita de goma y un piso liso. ¿Cómo se llamaba este juguete?

Éste consistía de 10 estrellitas (matatenas) con 6 picos y una pelotita de goma. Para jugarlo, ponías las matatenas en las palmas de tus manos y las aventabas hacia arriba volteando inmediatamente las manos. Las que caían en tus manos se consideraban recogidas. Las que quedaban en el piso había que recogerlas una a una, lanzando la pelotita hacia arriba, dejándola rebotar, y agarrando las matatenas antes de que volvieran a caer.

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¿Cómo se llamaba ese grupo de palitos afilados de colores, y entre ellos uno negro?

El objetivo del juego era poder recoger todos los palitos o palillos chinos, o la mayoría de ellos sin moverlos y lograr el mayor puntaje, ya que cada color tenía un valor. El negro era el más alto. Para jugarlo, sostenías todos los palitos con tu mano apoyándolos contra el piso y abrías la mano para dejarlos caer y comenzar la recolección.

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Una Y de madera o plástico, una liga, y toda clase de proyectiles, desde bolitas de papel hasta piedritas. ¿Qué es?

Una resortera era un juguete, pero al mismo tiempo un arma, dependiendo del tipo de proyectil que se usara y de tu puntería. Las originales eran una Y de madera, con un elástico de una punta a otra en el cual colocabas un proyectil, el cual podía ser desde una bolita de papel mojado, una semilla, o hasta piedritas. Con el proyectil de un lado, jalabas la liga del lado contrario, mientras que con la otra mano sostenías fuertemente la resortera y soltabas el elástico.

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¿Sabes qué era una patineta con manubrio?

Los patines del diablo eran muy emocionantes, bueno, son; se trata de una patineta con un manubrio. Subías un pie encima de la tabla, te agarrabas del manubrio, y con el otro pie, te impulsabas para lograr velocidad, y luego cómodamente lo subías a la tabla, volviendo a bajarlo cuando perdías impulso.

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Podías saltar por horas sola, en parejas, o con una multitud. ¿De qué juguete estamos hablando?

La cuerda de saltar ha sido un juguete sumamente popular en muchos países. Puede ser una cuerda corta para uso individual donde saltas con diferentes ritmos, velocidades y pasos, "caminar", o bien, la puedes jugar con dos o más personas con una cuerda más larga donde dos personas le dan la vuelta. Los demás participantes hacen cola para esperar su turno de brincar. ¡Hasta Rocky la utilizaba para entrenar!

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Giraba y te decía que tomaras uno, que tomaras todo, o que todos pusieran. ¿Qué juguete era este?

La pirinola es un polígono con una punta en un extremo y un palito en el otro, que permite hacerla girar. Cada lado del polígono tiene una instrucción (TOMA TODO, PON UNA, PON DOS, TOMA UNA, TOMA DOS, TODOS PONEN), que hay que cumplir cada vez que cada uno de los participantes tiene su turno. A los participantes se les dan fichas que van cambiando de mano rápidamente.

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Tienes cartones con figuras y una baraja que tiene que irse cantando hasta que alguien grita..., el nombre del juego.

La lotería tiene una baraja que se va "cantando", (diciendo) el objeto, animal, o personaje, y los participantes del juego tienen que ver si lo que se cantó corresponde a una de las 12 imágenes de su cartón. De ser así, se le pone una ficha a esa imagen. El juego se termina cuando alguno de los participantes logra completar las 12 imágenes de su cartón y grita, ¡lotería!

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En los años 60 era común jugar en la calle. ¿Qué juego recuerdas en el que se pintaba con un gis un esquema en la banqueta para brincar dentro de él, y aventar una bola de papel de baño mojado?

El avión era un juego "de la calle". Con un gis o tiza, pintabas una serie de cuadros numerados del 1 al 10, los cuales ibas brincando en un pie cuadro por cuadro. El chiste era llegar al 10, regresar brincando, y al salir del avión, tenías que aventar tu bola de papel de baño mojada en el uno y así sucesivamente. No podías brincar en un cuadro que ya tuviera papel.

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Un tapete, círculos de colores y una ruleta de manos y pies. ¿Quién soy?

El Twister se jugaba con al menos dos personas y alguien que le diera vuelta a la ruleta. La ruleta tenía cuatro partes del cuerpo, mano derecha, mano izquierda, pie derecho y pie izquierdo, en 4 colores. Al girarla, ésta indicaba qué pie o mano debías colocar en el tapete según el color indicado. Acababas a horcajadas con alguien encima o abajo de ti. Entre más jugadores, más complicado y divertido se volvía, hasta que alguien derribaba a los demás.

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Un par de bolas de plástico rígido unidas con un cordel, para hacer mucho ruido y sacar más de un moretón. ¿Recuerdas el nombre de este juguete?

Las taca taca se llamaban así debido al ruido que hacían al chocar entre sí. Eran dos bolas de plástico atadas a un trozo de cuerda que en medio llevaban un aro de metal, el cual, ponías en uno de tus dedos para que las bolas colgaran. El chiste era hacerlas chocar lo más rápido posible subiendo y bajando tu mano, causando mucho ruido, y también..., muchos moretones.

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Un aro de color, con, o sin cuentas en su interior para hacer ruido, y que usabas para girarlo con tu cintura. ¿Qué era?

El hula hoop era un aro como de 80 cm de diámetro o más, que hacías girar en tu cintura moviendo las caderas. Por supuesto, de principio no lo lograbas y el hula se te caía en cada intento, hasta que lograbas dominarlo. No solo podías girarlo con la cintura, sino con el cuello, en un antebrazo, o en tu tobillo. ¡En los 60 sí que había maestros en el arte del hula hoop!

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Tres ruedas, un manubrio, un asiento y dos pedales..., ¿qué es?

Para los más chicos siempre hubo un triciclo Apache que pasaba de generación en generación y de familia en familia. Los triciclos Apache, fabricados en México, "duran, duran, duran", tal y como lo decía su slogan.

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Otro medio de transporte infantil que consistía de una tabla y un volante. ¿Recuerdas su nombre?

La avalancha era una experiencia inolvidable. La idea era ir sentado en la tabla dirigiendo la dirección con el volante y deslizarte usando la tracción de tus pies. Ya que ganabas velocidad, los subías a la avalancha. Pero ojo, cuando bajabas por una pendiente era verdaderamente una "avalancha" ya que era muy difícil detenerte, no tenía freno y tus pies, muy poco podían hacer.

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Podías patearla, botarla, jugar quemados o una "cascarita", ¿qué es?

Puedes jugar con una pelota pateándola y persiguiéndola, o jugar "quemados" (golpeando con la pelota a alguien de un grupo que corre por todos lados). Cuando "quemas" a alguien, se convierte en el "quemador"; también puedes jugar un partido de voleibol, basquetbol; rebotarla contra el piso, una pared o con tu cabeza; hacer malabares al rebotarla en tus rodillas o muslos, o jugar una cascarita (fútbol callejero). Las posibilidades son infinitas.

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¿A qué niña no le gustaba jugar a la cocinita? ¿Qué usabas?

En los años 60, 70 y 80, no había niña que no tuviera un "jueguito" de ollas de barro que su mamá le había comprado en el mercado. Estas ollitas eran una réplica tal cual de las ollas de barro normales de la cocina, y no solo había eso, sino tarros, platos planos, jarras y platos hondos. Lo único malo, es que el barro se rompía fácilmente.

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¿Qué juguete consiste de una peonza de madera que puede girar, y girar, y girar sobre un eje?

El trompo es muy difícil de dominar para hacerlo girar. Es una peonza de madera con un eje, a la que se le amarra una cuerda alrededor, y luego lo colocas en tu mano atando un poco de cuerda en tu dedo. Después, con gran maestría avientas el trompo que comienza a girar en el aire al desenredarse la cuerda, hasta que llega al piso y se sostiene girando. ¿Suena fácil? Pues no lo es.

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Totalmente adorables, lavables y abrazables. Las había de diferentes razas, siendo hermosas todas. ¿Qué eran?

No cabe duda que en los 60 no había niña que no tuviera su muñeca de trapo, las cuales eran hechas 100% a mano y podían lavarse una vez que se ensuciaran. Las había morenitas, güeritas, pelirrojas, y las adorables "Marías" que se han vuelto a poner de moda. ¿Cuál tenías tú?

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Este artefacto te permitía atrapar al amor de tu vida, o por lo menos, al niño del kinder que te gustaba. ¿Qué es?

El atrapanovios es un artefacto tejido con hojas de palma. Es una especie de dedal largo, con un extremo del cual jalar. Lo que tenías que hacer era colocar el "dedal" en cualquier dedo de tu crush, y jalar de inmediato de su extremo. Con esto, el tejido se apretaba y no había forma de zafar el dedo del atrapanovios, sino hasta que dejabas de tirar de su extremo. Muy eficiente, ¿no?

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Con solo unos centímetros de estambre podías jugar este juego de figuras que hacías con las manos. ¿Lo recuerdas?

La cuna de gato fue uno de los juegos más asequibles de esa época, pues solo necesitabas unos 80 cm de estambre, tus dos manos, y las dos manos de alguien más. El estambre se anudaba de forma artesanal en tus dos manos, logrando una figura ya definida. La otra persona tenía que quitarte el estambre usando uno o varios dedos en cierto orden, formando una nueva figura.

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Un papel impreso con una figurita humana y ropita, te podía entretener por horas, y era algo muy, muy barato. Solo necesitabas unas tijeras. ¿Sabes de qué hablamos?

Las muñecas para recortar estaban impresas en papel vestidas con su ropita interior. En el mismo papel, estaba la impresión de diferentes prendas de vestir con unas pestañas que doblabas para podérselas ajustar a las muñecas recortadas. También había niños, mamás y papás para recortar. En verdad los niños de los 60 sabían divertirse con cosas realmente sencillas.

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Llora y llora y mueve sus manitas, solo se contenta llevándola a pasear... ¿Recuerdas esta jingle que anunciaba a una muñeca?

Esta muñequita era lo máximo, ya que en verdad lloraba, pero para eso, tenías que darle su biberón y después presionarle un botón en la espalda. Tenía diferentes accesorios como bañera, carreola, silla alta y una cunita, que se podían comprar juntos o por separado. El jingle fue sumamente exitoso ya que no solo anunciaba el juguete, sino que esta canción te la cantaban cuando empezabas a llorar.

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¡Es hora de un pastel! Y era un pastel de verdad. ¿Recuerdas en dónde lo podías preparar?

El Horno Mágico Lilí Ledy era lo mejor que te podía pasar cuando eras niña. En realidad podías hacer un pastel con masa para pasteles marca Pronto, y lo horneabas de verdad dentro de tu horno mágico con la energía proporcionada por un foco.

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Podías obtener flores de goma con solo una parrilla, un molde metálico y un polímero líquido. ¿Recuerdas este juguete?

Las floripicosas era un juguete que te permitía crear flores de goma de diferentes colores y formas, con solo vaciar un polímero líquido en los moldes de metal, y luego ponerlo a "hornear" en una parrilla especial. Al quedar cocidos, se enfriaba el molde en agua y obtenías tus flores. Podías pegarlas en cualquier ventana. Incluso podías hacer flores psicodélicas mezclando 2 o más colores.

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Gracias a la influencia de la guerra de Vietnam, los niños contaron con este juguete que era un muñeco tipo G.I. Joe. ¿Recuerdas su nombre?

Estos Aventureros de Acción Ledy realmente fueron increíbles, eran una especie de G.I. Joe, versión mexicana con aspecto muy varonil, articulados y con diferentes vestuarios y accesorios. Había astronauta, buzo, médico militar, paracaidista, etc. Podías encontrar varias series, Soldados de Acción, Marinos de Acción y Pilotos de Acción. Con los Aventureros de Acción, siempre podías tener "más acción"...

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Si hay un juguete que ha sido por demás exitoso y que ha perdurado, es este, el cual, tú mismo creabas con una hoja de papel y un lápiz, y servía para sacar bichitos. ¿Lo recuerdas?

El sacapiojos era un "juguete" que se hacía con una hoja de papel cuadrada a la cual le escribías o dibujabas lo que quisieras por dentro. En la parte inferior metías los dedos índices y el pulgar de cada mano para poder abrir y cerrar el sacapiojos en la cabeza de alguien. Al abrirlo le pedías que dijera un número del 1 al 8, para que el piojoso pudiera ver lo que le habías sacado de la cabeza.

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Solo tenías que soplar, correr o accionarlo con tu dedo. ¿Qué juguete era este?

Un rehilete es un juguete por demás sencillo que consiste de una especie de "hélice" montada en un palito al cual le podías soplar para que comenzara a dar vueltas, girarlo con el dedo, o simplemente salir corriendo con él en alto, para que comenzara a dar vuelta su hélice. Los colores de las hélices de los rehiletes eran realmente vistosos, y al girar podían cambiar de color.

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Si te gustaba dibujar figuras geométricas, seguramente tuviste este juguete:

Este juego constaba de discos y reglas dentadas con varias perforaciones, que deslizabas alrededor de un marco dentado con la ayuda de bolígrafos de diferentes colores. Al hacer girar el disco, obtenías círculos continuos de diferentes tamaños y colores al cambiar de bolígrafo, logrando patrones geométricos espectaculares y coloridos.

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¿Te imaginas ver imágenes de caricaturas en un cine hecho en casa? ¿Cómo se llamó este juguete?

El caricaturama era una especie de linterna, en la cual se podía meter una tira de diapositivas con tomas de caricaturas en una ranura. Con esto, montabas un cinito en casa en un cuarto oscuro, para proyectar sobre la pared del cuarto, ¡y a todo color! (En gran parte de esa época no había TV a colores). Los niños de los 60 tenían gran capacidad de asombre y podían divertirse por horas con cosas muy sencillas.

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¿Quién no deseaba crear su propia música con un juguete que era una especie de flauta y piano al mismo tiempo? ¿Recuerdas qué juguete era?

El supermelodeón era un instrumento de viento que tenía teclas para lograr diferentes notas musicales y así entonar melodías. Seguramente venía con algún librito que te enseñaba a tocar unas cuantas melodías muy sencillas, y si tenías talento musical, podías pasarte horas y horas con tu juguete.

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Este juguete te permitía jugar con una especie de gallito de badminton, pero más pesado y era de origen brasileño. ¿Sabes su nombre?

El peteca o peteka fue un juguete de origen brasileño que estaba formado de una especie de saquito de piel relleno con arena para darle peso, y en la parte superior tenía una pluma que permitía que el juguete siempre cayera "de pie". Jugabas aventándolo con la mano, ya fuera solo en grupo, logrando atrapar el peteca y hacerlo volar nuevamente antes que nadie.

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¿Te imaginas ver las imágenes 3D de tus programas de TV favoritos? Si pudiste hacerlo, seguramente tuviste un:

El view master era una especie de visor donde insertabas un disco de cartón con diapositivas que tenían imágenes "en 3D y a color" de tus programas favoritos, ya fueran caricaturas, o programas de acción en vivo. Con el disco adentro, tenías que apuntar el view master a una fuente de luz. Contaba con una palanca para lograr que el disco de imágenes rotara y mostrara la siguiente imagen.

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Y así como las niñas creaban flores, los niños podían crear criaturas espeluznantes. ¿Recuerdas con qué?

Las horripicosas (igual que las floripicosas), te permitían crear pulpos, gusanos, ciempiés y muchos seres "horribles" más. El polímero líquido no venía en colores alegres, sino en colores más oscuros como gris, marrón, negro, verde oscuro, etc., y al igual que las floripicosas, podías pegarlas en las ventanas, o bien jugarle una broma a tu mamá metiendo un bicho de estos en su bolso.

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Las niñas de los 60 eran las más guapas y elegantes usando un par de accesorios. ¿Recuerdas qué eran?

Las zapatillas eran de plástico rígido color rojo, con dos resortes por encima para asegurar tu pie y cuando caminabas, ibas realmente taconeando con ellas. Las pelucas eran una especie de casco de plástico ligero que simulaba un peinado de señora de salón con la textura del peinado. Te la ponías y no podías dejar de verte en el espejo. ¡Vaya concepto de belleza de las niñas de los 60!

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Podías ponerle ruedas a tus zapatos y andar por todos lados, pero era muy importante no perder la llave. ¿Sabes de qué hablamos?

Los patines de metal eran lo último para ir sobre ruedas, y lo mejor de todo es que se podían hacer grandes o chicos y ajustarse al tamaño de tus zapatos. Las correas eran de cuero y tenían una llave que te permitía abrir el patín para ponértelo y ajustarlo a tu tamaño y volverlo a cerrar, pero si por algo perdías la llave, ¡era una tarea de titanes quitarte los patines!

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¿Quién no quería jugar al científico loco y hacer sus propios experimentos? Escoge el nombre del juguete indicado.

El juego de Química Mi Alegría era lo mejor que te podía pasar. Venía con probetas, tubos de ensayo, matraz, pipetas, una base para tus tubos de ensayo, unos cuantos materiales químicos inofensivos, y un instructivo que te enseñaba a hacer algunos cuantos experimentos. La calidad del juguete no era de primera, pero podías divertirte mucho, y más si tenías espíritu de científico.

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